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Sunday, August 4, 2019

Corre, corre, corre
























Pastor Eduardo predica:

Corre, corre, corre.
El apóstol Pablo hace una
declaración importante: Yo olvido lo que
está atrás, bueno y malo, no importa yo lo dejo. 
¿Qué es lo importante
para mí? Lo que tengo al frente,

 Y cuando yo miro la
Palabra yo puedo advertir que ninguno de nosotros fue preparado para caminar en
Cristo Jesús, para llegar a una meta. Nosotros tenemos que fijarnos una meta y
tenemos que correr rumbo a esa meta.
No vamos a tener otra vida. Hebreos
12:1 Por tanto, puesto que tenemos en derredor
nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos también de todo peso y del
pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia[a] la
carrera que tenemos por delante,puestos
los ojos en[b] Jesús,
el autor y consumador[c] de
la fe, quien por el gozo puesto delante de El soportó la cruz, menospreciando
la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios
Dice el
apóstol Pablo que se extiende a lo que hay adelante. Tú no puedes perder de
vista la meta, tú tienes que caminar hacia allá, y tienes que luchar hacia
allá.
Y
cuando nosotros revisamos esta Escritura de Hebreos encontramos dos cosas que
son importantes a lo cual Pablo nos está llamando: 1.- Esforzarte al
máximo. 2.- Poner tus ojos en Jesús, no perderlo de vista. 
No lo puedes perder de vista, tus ojos deben
estar fijos en Jesús, en sus promesas, en la vida eterna.
Velo,
visualízalo, ve la meta y prosigue hacia delante.

Algo
muy sencillo: dejamos de ver la meta, nos distraemos con otras cosas, creemos
que no hay problema. Ah ¿cuál es el conflicto si no voy un domingo a la
iglesia? ¡No pasa nada! Es decir, ya no veo la meta, ya no veo lo que el Señor quiere.
Ahora voy a ver este domingo la televisión, voy a ver a familiares, voy a
salir, voy a ver mi descanso, otra cosa, lo que sea pero ya perdí de vista la
meta, ya perdí de vista a Jesús.

Y en ese momento nos pasa
como a Pedro, nos empezamos a hundir. ¿Por qué no viniste el domingo? Me quedé
dormido. Ah, qué bueno. Pues ¿sabes? ora al Señor para que cuando estés dormido
Él no vaya a venir porque te vas a quedar. Es que me fui al futbol. Ora al
Señor para que no venga a la hora que haya un partido. ¿Por qué no viniste? Ah
es que nos fuimos a una fiesta el sábado y regresamos muy noche. Ah pues ora a
Dios y clama al Señor para que no venga al otro día de que tú tengas una
fiesta.

Imagínate si cada uno de nosotros
va a hacer algo así y le va a orar al Señor por su interés; el Señor no sabría
en qué momento venir para satisfacer a todos. Entonces Dios no se va a ajustar a nosotros, nosotros nos tenemos que
ajustar a Dios.
Y yo tengo que caminar y yo tengo que correr como Él lo
establece. El apóstol Pablo es muy claro, tú tienes que proseguir a una meta, y tú no te puedes distraer.
Mateo
25:13
  velad, pues, porque no sabéis el
día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.



1 Corintios 9:24-25 ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a
la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo
obtengáis. 25Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos,
a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una
incorruptible.
 

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