La esperanza viva del cristiano

Pastor predicó:

La esperanza viva del cristiano. 1ª Pedro 1:3-12 ³ Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo, quien según su gran misericordia, nos ha hecho nacer de
nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de
entre los muertos, 

I. Fe intemporal - 1: 4-5 ⁴ para obtener una
herenciaincorruptible, inmaculada, y que no se marchitará, reservada en los
cielos para vosotros, ⁵ que sois protegidos^[a] por
el poder de Dios mediante la fe, para la salvación que está preparada
para ser revelada en el último tiempo.

 La pregunta no es si tenemos fe, todos tenemos
fe. El ateo tiene fe en que su razonamiento racional ha eliminado la
posibilidad de Dios. Tiene fe en su capacidad intelectual. Otros tienen fe en
sus habilidades, destrezas, conexiones, amigos, familiares y ellos mismos.
Todos tienen fe. La pregunta es ¿dónde está anclada tu fe?

Tarde o temprano, las
tormentas de la vida comenzarán a soplar y luego la pregunta se convertirá en
el ancla de la fe.

Pedro nos da tres
razones por las cuales es importante anclar nuestra fe en Cristo.

A. La fe en Cristo
es imperecedera (no perece).

¿Como puede ser? Pues mira donde se guarda la fe en Cristo, en el
cielo. Jesús dice que debemos poner tesoros en el cielo donde la polilla y el
óxido no pueden destruir o el ladrón robar.

Si nuestra fe está puesta en las cosas de este mundo, entonces nuestra
fe perecerá. Innumerables reinos han venido y caído, las economías se han
construido y destruido, y las naciones se han establecido y desaparecido. Esa
es la única forma en que sabemos que nuestra fe es imperecedera.

B. Nuestra fe será
incorrupta

Sin duda has escuchado la frase, el poder absoluto corrompe
absolutamente. Es una declaración que indica nuestra naturaleza pecaminosa. La
historia está llena de líderes que comenzaron con las mejores intenciones, pero
el orgullo, el ego u otros defectos se interpusieron en el camino. Si ponemos
nuestra fe en un líder, es solo cuestión de tiempo antes de que se revele la
naturaleza corruptible del individuo.

II Fe probada - 1:
6-8 ⁶ En lo cual os regocijáis
grandemente, aunque ahora, por un poco de tiempo si es necesario, seáis
afligidos con diversas pruebas^[b], ⁷ para que la prueba^[c] de
vuestra fe, más preciosa que el oro que
perece, aunque probado por fuego, sea hallada que resulta en alabanza,
gloria y honor en la revelación de Jesucristo; ⁸ a quien sin haberle visto, le amáis, y a quien ahora no veis, pero
creéis en El, y os
regocijáis grandemente con gozo inefable y lleno de gloria^[d]

Nuestra fe debe estar anclada en la naturaleza intemporal de Cristo,
pero puedo escuchar la pregunta. ¿Cómo sabes que una fe en Cristo se mantendrá
durante las tormentas de la vida? ¿Por qué debería confiar en Cristo? Porque,
esta no es una fe ordinaria, es una fe probada. Innumerables personas han
puesto su fe en Cristo y han encontrado el ancla. Pedro descubrió que una fe
probada es valiosa, reveladora y centrada en el amor.

A. Es valiosa (1:
7) , más preciosa que el oro que perece

Pedro aquí juega con una gran imagen, el orfebre. Un orfebre derretiría el metal hasta que se convirtiera en
un líquido. Todas las impurezas saldrían a la superficie y el orfebre las
rasparía y permitiría que el metal se enfriara. Luego volvería y repetiría el
proceso una y otra vez. Su objetivo era
el oro puro. ¿Cómo sabía él cuando tenía oro puro? Cuando no salían
impurezas a la superficie o cuando podía ver su reflejo en el oro derretido.

III. La verdadera
fe - 1: 10-12 ¹⁰ Acerca de esta salvación, los
profetas que profetizaron de la gracia que vendría a vosotros, diligentemente inquirieron e indagaron, En nuestra palabra posmoderna, a menudo escuchamos la afirmación de
que lo que funciona para usted puede no funcionar para mí. Entonces Pedro tenía
una fe en Cristo que era eterna. Su fe
era valiosa, reveladora y llena de amor.