¡Resiste el pánico!
Isaias 26:20 Ven, pueblo mío, entra en tus aposentos y cierra tras ti tus puertas;
escóndete por corto tiempo[a]
hasta que pase la indignación. 21 Porque he aquí, el Señor va a salir de su lugar para castigar[b] la iniquidad de los habitantes de la tierra[c], y la tierra pondrá de manifiesto su sangre derramada y no ocultará más a sus asesinados.
Resiste el pánico. Esto no quiere decir que no haya razón para preocuparse, o que debamos ignorar los sólidos consejos de profesionales médicos y expertos en salud pública. Pero el pánico y el miedo no son de Dios. La calma, la fe y la esperanza son. Y es posible responder a una crisis seria y deliberadamente mientras se mantiene una comunión con Dios con calma y esperanza.
El pánico, al confundirte y asustarte, te aleja de la ayuda que Dios quiere darte. No viene de Dios. ¿Qué viene de Dios? La oración, la confianza en la promesas de Dios que nunca fallan.
* Comprendamos que lo que esta sucediendo es la consecuencia del pecado.
Romanos 6:23 Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
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